Técnica de la pincelada suelta: Predominio del color sobre la línea

La pincelada suelta es la que no utiliza la línea, sino que las figuras se van realizando por medio de pequeñas manchas de colores, toques de pintura, de pinceladas dadas unas junto a otras. A esto se le ha denominado pincelada suelta o predominio del color sobre la línea.

Efecto:

Estas pequeñas manchas de colores, si se observan a la distancia adecuada, parecen hacer más reales los objetos que representan. El ojo es el que une estas manchas en una figura real, dando así más realismo al cuadro.

El paisaje resulta más natural con la pincelada suelta, ya que en la Naturaleza hay muy pocas líneas.

Mejora también la capacidad de transmitir sensaciones táctiles (texturas). Es decir, permite transmitir mucho mejor la suavidad, dureza y el brillo de los materiales

Aumenta la unificación entre figura y fondo gracias a que los perfiles de las figuras se vuelven algo borrosos, igual que ocurre con nuestra visión.

Origen:

Esta técnica nació en Venecia en el siglo XVI y fue usada por Tiziano, entre otros.

Fue revolucionaria, y enseguida se extendió a los pintores barrocos como Velázquez, Rembrandt, Rubens.

Técnica contrapuesta: Predominio de la línea sobre el color

Esta técnica es contrapuesta a otra que consiste en dibujar primero la figura (sus contornos), y luego colorear. Por lo tanto en esta otra técnica predomina la línea sobre el color.

Efecto:

Hace que los perfiles sean muy nítidos y que las distintas partes del cuadro puedan tener un gran detallismo.

Origen:

Esta técnica es la que se usó en el primer Renacimiento italiano o Quattrocento, en el siglo XV. Fue usada por Botticelli, entre otros.